Durante una mirada
Cuando crecí me marché del barrio
y apenas bajo ya por Madrid.
A cambio vivo sin sobresaltos
con un hombre bueno que conocí.
En todas las fotos... me verás sonreír.
La juventud se me fue pasando
y me rendí ante la sensatez.
Vendí mi piano, compré un buen traje
y cada domingo salgo a correr.
Podría decirse... que todo va bien.
Y entonces de repente, te veo entre la gente.
Durante una mirada el universo se detiene.
Volvemos a estar juntos y el alma se nos prende.
De pronto comprendemos que lo nuestro es para siempre.
Pero no hacemos nada y seguimos caminando.
Seguimos con la vida que a los dos nos recetaron.
Cada uno por su lado, muriendo por girarnos.
Parpadeando rápido para disimular que estamos llorando.
Después de ti prometí cuidarme
y cerré con llave mi corazón.
Y aunque confieso que ya no río
tampoco siento ningún dolor.
Aprendí a conformarme... y así está mejor.
Y entonces de repente, te veo entre la gente.
Durante una mirada el universo se detiene.
Volvemos a estar juntos y el alma se nos prende.
De pronto comprendemos que lo nuestro es para siempre.
Pero no hacemos nada y seguimos caminando.
Seguimos con la vida que a los dos nos recetaron.
Cada uno por su lado, muriendo por girarnos.
Parpadeando rápido para disimular
que a veces no puedo dormir
y mirando hacia el techo me quedo pensando
qué lentas que pasan las horas.
Qué rápido pasan los años.
Nunca nos prepararon para un viento tan fuerte
que nos despeine el alma y nos revuelva los papeles.
Y aunque mi corazón ya tenga su camino,
no sé cómo impedir que sea tuyo este latido.
Pero no, no haremos nada, seguiremos caminando.
Seguiremos con la vida que a los dos nos recetaron.
Cada uno por su lado, muriendo por girarnos.
Parpadeando rápido para disimular que estamos llorando.