Sin saber por qué
Me siento torpe,
no sé qué me pasa,
hago todo al revés.
Intento acercarme despacio a tu boca
y allí provocar una encerrona loca,
no, no lo hago bien.
Si yo pudiera mirarte a los ojos
y encontrarte sin más,
dibujo naranjas en atardeceres
y pinto tu nombre a pesar de la nieve,
ven, corre y bésame.
Parece que todos lo ven,
y yo sigo ahí, sin saber por qué,
excusándote, excusándome,
y yo sigo ahí, sin saber por qué,
sin saber por qué, sin tener por qué.
Pasó el invierno, llovió demasiado,
los dos sabemos que
mi mente y la tuya se paran y sienten,
se callan y aguantan, ya saben que pueden,
ven, bésame otra vez.
Parece que todos lo ven,
y yo sigo ahí, sin saber por qué,
excusándote, excusándome,
y yo sigo ahí, sin saber por qué,
sin saber por qué, sin tener por qué.
Parece que todos lo ven,
y yo sigo ahí, sin saber por qué,
excusándote, excusándome,
y yo sigo ahí, sin saber por qué,
sin saber por qué, sin tener por qué.
Parece que todos lo ven,
y yo sigo ahí, sin saber por qué,
por qué, por qué.
Parece que todos lo ven,
y yo sigo ahí, anda y bésame.