En el cuarto 26
Como aquella luz tan incierta, tú
sentirás tu estado de ánimo igual
y no puedes más
De los hombres que te usan y se van
y te roban de tus ojos la alegría
día tras día.
Así día tras día.
Si las lagrimas te ayudasen hoy
a acabar con el dolor clavado ahí
muy dentro de ti.
En el cuarto 26,
entre flores que no miras ya,
donde tú vendes tu cuerpo
y un amor a contratiempo.
Entran, pagan y luego se van.
En el cuarto 26
donde siempre encuentras otro adiós
y te hiere que no haya cariño,
en las breves caricias que te dan.
A otro hombre oirás, sentirás llamar
insistiendo a tu puerta para entrar
y tú no abrirás.
Luego escaparás lejos del dolor.
Como pájaro que vuela en libertad,
tu mente se irá.
En el cuarto 26,
entre flores que no miras ya,
ves el mar y más fronteras,
esperando primaveras
que te den de nuevo armonía
Y el valor que tú querías,
para irte y no volver jamás
a ese mundo de vida dura
donde nunca hay ternura.
Y caminas por la playa
respirando el mar que calla,
tú eres parte en su totalidad.
En el cuarto 26,
en tu pelo flores te pondrás
esperando el alba de un nuevo encuentro
en el perfume del viento.
En el cuarto 26.