Cuando tú no estás
Cuando tú no estás
mis sentidos van hablándome de ti
y tus manos voy notando en mí.
Cuando tú no estás
ni siquiera yo me parezco a mí.
Y esto me hace, amor, más frágil ante ti.
Y me tienes.
No conviene.
Con mi instinto te entretienes.
Te perdono.
Busco el modo
pero solo yo no sé.
¿No ves ahora aquí conmigo y en ti
un escalofrío y un solo latir?
¿No ves ahora tú que sigues en mí
enamorándome? Muriendo por ti.
Cuando tú no estás,
me he dado cuenta que no hay alternativa a ti,
al ritmo que tu das, al lío que hay en mí.
Y mis males
son normales.
Eres fácil para odiarte.
Te perdono
de todos modos,
pero solo yo no sé.
¿No ves ahora aquí conmigo y en ti
un escalofrío y un solo latir?
¿No ves ahora tú que sigues en mí
enamorándome?
Porque igual como tú, ninguna más
me ha hecho el efecto que me hace soñar.
El reclamo de tu corazón
es más fuerte que yo.
Pero no sientes que así dependo de ti.
Dale a tu boca tus ansias de mí.
No has sido ni nunca serás algo ya habitual.
Cuando tú no estás
mis sentidos van hablándome de ti.