Rosario de besos
No podrás olvidarme
porque yo no lo quiero,
es inútil que trates
de borrar el recuerdo
de esa límpida tarde
en que al son de mi ruego,
en mi boca dejaste
un rosario de besos.
De tu vida entera
soy el único dueño,
me verás cuando duermas
acercarme a tu lecho
y sentir que en la senda
de tus labios bermejos,
voy pagando la ofrenda
de tus cálidos besos.
Condenarme al olvido
será inútil quimera;
como el sol en los ríos
mi alma va en tus venas,
y tu amor, que es mi vida,
aunque tú no lo creas
vivirá mientras viva,
vivirá cuando muera.
No podrás olvidarme,
me amarás en secreto,
no es preciso que me hables
para yo comprenderlo
porque siempre al mirarme
me dirá tu silencio
que otra vez quieres darme
un rosario de besos.